20 años gestionando las aves urbanas

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Sistemas de repulsión de aves

La repulsión pretende ahuyentar las aves de un lugar que ya ocupan generando molestias táctiles o respiratorias.

Se trata de sistemas más drásticos que los anteriores, ya que implican una acción directa sobre el cuerpo de los animales y no simplemente un espanto.

Por tanto, en general se deberían emplear una vez se hayan probado los sistemas disuasivos y éstos hayan fracasado, o bien en casos en los que las aves haga tiempo que ocupan un espacio y por lo tanto resultre previsible que la disuasión será inútil.

Cercos eléctricos

Son unos circuitos que se ponen en cornisas y que emiten una descarga eléctrica de  baja intensidad cuando las aves los pisan.
Para alimentarse de electricidad pueden o bien conectarse a la corriente eléctrica o bien disponer de un panel solar.


Geles repelentes
Se aplican en las superficies donde se quiere evitar que se posen las aves y les generan molestias táctiles y gustativas.
Adecuados para ahuyentar las aves de cornisas de fachadas, vigas e incluso árboles.
Sin embargo, se degradan con el tiempo, y necesitan una limpieza periódica.

Líquidos repelentes
   
Se trata de unos líquidos con los que se rocían las superficies que se quieren proteger.
Estos líquidos contienen un producto que irrita a las aves.

Líquidos vaporizados repelentes
  
Se trata de un sistema de vaporización de un líquido irritante que molesta mucho a las aves y las fuerza a marchar.
Sirve para ahuyentar las aves de jardines o de huertas.