20 años gestionando las aves urbanas

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Protección acústica

Las aves han desarrollado gritos de alarma que les permiten comunicar la detección de depredadores en las proximidades.

La audición de estos gritos transmite un mensaje claro y grabado genéticamente que desencadena el comportamiento de huida.

La reproducción de los gritos de alarma se hace con unos reproductores especiales que se pueden pegar en el lugar que corresponda y que funcionan con baterías o paneles solares.

Si los sonidos se escuchan de manera regular y siempre en el mismo lugar, con el tiempo las aves se habitúan y dejarán de responder.

Los reproductores se pueden programar para emitir diferentes gritos y para hacerlo con una frecuencia irregular, no previsible, de modo que las aves no se los esperen.

Además, se pueden cambiar de lugar y alternar con estímulos visuales de manera que se evite la habituación.

Los sistemas de protección acústica son efectivos para proteger temporalmente espacios relativamente reducidos.

Por ejemplo, puede ser útil para ahuyentar a los estorninos de un árbol en particular.

Sin embargo, para la protección permanente de edificios u otros espacios, su eficacia se irá desvaneciendo con el tiempo.