20 años gestionando las aves urbanas

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Cotorra argentina (Myiopsitta monachus)

(Myiopsitta monachus)

La cotorra argentina es una especie exótica introducida en nuestro país producto de la liberación de individuos enjaulados.

Las cotorras argentinas son una especie con una gran capacidad invasora, lo que hace que estén colonizando numerosas ciudades de Europa y de América del Norte.

Foto: Ricardo Acosta, Lokimica Foto: Ricardo Acosta, Lokimica

 

Esta especie se ha incluido en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras (Real Decreto 630/2013) y sus poblaciones silvestres deberían ser eliminadas o, en todo caso, se debería dificultar su expansión.

La cotorra es una especie sobre todo granívora, aunque también consume flores, frutos e insectos.

Reducir la cantidad de alimento aportado en las calles y plazas por parte de los humanos puede ayudarnos mucho a limitar las posibilidades de crecimiento poblacional de la especie.

La gran capacidad invasiva de la cotorra se debe, al menos en parte, a su gran capacidad reproductiva. Cada pareja tiene alrededor de 7 crías, y su esperanza de vida media en cautividad es de unos 22 años.

La cotorra cría en nidos construidos en los árboles con ramitas tejidas. Esto les permite colonizar todo tipo de espacios con presencia de árboles. La nidificación de las cotorras es colonial. Estas construcciones, más que nidos son cámaras, ya que durante todo el año se utilizan como dormideros.

Hasta el día de hoy las actuaciones que se han llevado a cabo para el control de las cotorras se han basado, sobre todo, en la destrucción de sus nidos.

Cuando esta destrucción se produce fuera de la época reproductora, se trata de una medida muy poco eficaz, dado que las cotorras son capaces de reconstruir los nidos en menos de dos semanas.

Si el objetivo de la gestión se limita a querer desplazar los nidos de unos árboles determinados,es probable que la destrucción continuada de los nidos que se establezcan pueda acabar forzando a las cotorras a buscar otra ubicación.
Foto: Ricardo Acosta, Lokimica Aratinga erythrogenys

 


Una opción con la que se ha trabajado en los últimos años es la retirada de pollos de los nidos.

Este método es más efectivo porque las cotorras difícilmente podrán hacer una segunda puesta ese mismo año. Sin embargo, este método no incide sobre la población adulta reproductora.

Actualmente Colomba Control está trabajando en un método para la captura de adultos cuando al atardecer van a las cámaras a dormir.Psittacula krameri.

Foto: Ricardo Acosta, Lokimica

 

OTROS COTORRAS

En nuestro país hay otras especies de cotorras en estado salvaje. Las principales especies introducidas, aparte de las cotorras argentinas, son las cotorras de Kramer y las cotorras del género Aratinga (de las que hay varias especies).

Las cotorras de Kramer también son una especie exótica catalogada como invasora.

A diferencia de las cotorras argentinas, anidan en agujeros de árboles y edificios y duermen comunalmente en grandes dormideros.

Las cotorras del género Aratinga también se concentran para dormir en dormideros comunales y anidan en agujeros de edificios y árboles, pero de momento no se consideran invasoras y no están incluidas en el catálogo.

Hasta el momento no se han realizado actuaciones de control sobre estas especies en nuestro país.